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viernes, 26 de marzo de 2021

La extraña mansión solitaria. parte 9

 



Emma pasó toda la noche despierta sin poder dormir, llorando de tristeza por la perdida de su marido, pero a la vez feliz, de saber que su espíritu caminaba por la mansión, que todavía estaba del algún modo, junto a ella. La noche terminó y llegó el día, Emma necesitaba respuestas a lo ocurrido noche anteriores, podía recordar perfectamente que esos jóvenes estaban devorando un hombre, en el sótano de su mansión. La imagen parecía sacada de una pesadilla, pero era muy real. Emma como cada mañana bajó hacía la cocina, pero esta vez su intención no era desayunar. Justo en la cocina se encontraba la señorita Rosalin y ambos jóvenes, Melisa y Claudio, preparándole la mesa.

─ No, por favor no quiero comer nada preparado por vosotros ─ dijo Emma mostrando desconfianza.

─ Por favor señora ¿Qué le ocurre? ─ preguntó Rosalin con extrañeza.

─ Respóndeme Rosalin ¿Qué sois? ¿Qué hacéis en mi casa? ─

─ Somos el servicio de la casa señora ─.

Emma no confiaba en las palabras de su ama de llaves, recordaba perfectamente lo que vio, lo recordaba como algo vivido y no como un sueño. Dirigió su mirada hacia los jóvenes, una fría, pero a la vez temerosa mirada.

─ Vi como esos dos críos destrozaban el pecho de un hombre... con su boca, como si fuesen bestias en vez de humanos ─ dijo Emma mientras señalaba con su dedo a los jóvenes.

─ Señora por favor, seguro que fue una pesadilla, solo son unos críos ─.

─ Eso parecen, unos simples críos ─. Entonces Emma dirigió su mirada hacia Claudio ─ Dime Claudio… ¿Qué fue lo que me hiciste para que olvidase lo que vi? ─ Preguntó Emma con extrañeza.

Claudio quedó totalmente en silencio, no le dirigió la palabra, Emma estaba acostumbrada a que los jóvenes nunca hablasen delante de nadie, pero esta vez le obligaría hablar. Por ello mismo Emma se dirigió hacia el joven, alzó su mano para propinarle una bofetada, pero Rosalin la frenó poniéndose delante del chico.

─ No le permitiré que le ponga una mano encima al niño, no importa que usted sea la señora de esta casa, no importa si nos echa de aquí…pero no dejaré que abuse de su autoridad ─.

─ Fuera de mi casa ahora mismo… Todos ─ dijo Emma con cierta furia.

Rosalin y los jóvenes obedecieron las ordenes de la señora de la casa, buscaron a los demás criados y se dispusieron a marcharse, pero antes de hacerlo Rosalin tenía que decirle una última cosa a Emma.

─ Señora, el señor Barklay también comenzó a delirar antes asesinar a su familia, espero que usted no termine como él ─.

─ Largaos ya de mi casa ─ dijo Emma.

En cuestión de segundos el silencio inundó la mansión de los Clovers, Emma pensaba que se había librado de aquellas bestias, de los asesino de su marido pensaba ella. Lo que no sabía que la mansión solitaria, no era tan solitaria como parecía. La noche llegó y Emma se preparó la cena, hacía mucho que no cocinaba y extrañaba hacerlo, se sentía feliz de hacer algo por ella misma en su casa, pero a la vez triste de no poder cocinarle nada a su marido, aún así no cenaría sola ya que el espíritu de Thomas, estaría con ella en todo momento.

Thomas estaba sentado al lado de su querida esposa, observándola cenar, Emma por cada bocado que daba a la carne que tenía en el plato, le devolvía la mirada con una sonrisa.

─ ¿No te importa que esté muerto? ─ Preguntó Thomas.

─ Aún estas aquí conmigo, es lo único que me importa ─ dijo Emma.

─ Yo sí que estoy triste de estar muerto, de no haber podido despedirme de ti, de no poder ver a nuestra hija crecer ─.

─ Estas conmigo, no necesitas despedirte…Estas aquí…veras a tu hija… ¿Hija? ─

─ En tu vientre hay una hermosa niña, no me preguntes como lo sé…solo puedo decirte que lo sé ─.

─ Una niña ─ dijo Emma con lagrimas de felicidad en los ojos, mientras acariciaba su barriga ─.

Emma terminó de cenar, hacía rato que su marido se había desvanecido, la señora Clover subió las escaleras para dirigirse a su habitación. Una vez llegó, se dirigió a su cama, deshizo las mantas y se acostó. De repente unas pequeñas e infantiles risas la alarmaron, se levantó asustada y justo frente a ella podía ver a la familia Braklay, entre la oscuridad de su habitación.

 Continuara...




lunes, 15 de marzo de 2021

La extraña mansión solitaria. parte 8




Era de noche, la señora de la casa se encontraba durmiendo mientras los criados estaban en el sótano de la casa. Todos se encontraban discutiendo sobre la imprudencia de Claudio y Melisa, ambos chicos fueron los ejecutores de Thomas, el señor de la casa, pero peor fue que devorasen aquel hombre delante de los ojos de Emma. fue muy imprudente y no por arrebatarle la vida, no, para ellos eso es normal, para poder evitar que sus cuerpos se pudrieran necesitaban sangre humana. Lo que mas les molestó es que, ninguno de los chicos respetó las normas de “no matar a nadie dentro de la casa. Hace muchos, años una bruja por venganza a la pareja que mandó construir la mansión, les lanzó la maldición de la inmortalidad. 

Cien años una pareja de adinerados enamorados mandaron construír una enorme mansión en la que una vez se casara, formarían una familia y vivirían sus vidas, felizmente. Ellos eran Rosalin Briston y Chritopher Baltimore. Un día, la pareja iba en su carruaje cuando de repente y sin que el conductor se diera cuenta, un joven se cruzó por su camino…Él chofer intentó esquivar al chico, pero por desgracia el carruaje perdió el equilibrio y cayó, aplastando al joven, acabando con su vida en el acto. Él chico era el único hijo de una mujer. Aquella mujer no pudo aguantar la pena de perder a su hijo y culpó a la pareja de su muerte. Aquella mujer descendía de un grupo de brujas que habitaban en las calles de la antigua Londres…Entonces por venganza, maldijo a la pareja con la maldición de la inmortalidad, pero para que la maldición iría a más, impregnaría toda la mansión con ella haciendo que si alguien muere dentro de los muros de la casa, se convierta en ser inmortal, en alguien que su vida sea un infinito sufrimiento, en un ser que solo se alimente de sangre para que sus cuerpos no se pudran, y quedaran como cadáveres vivos, se convertirían en Upir, una raza de vampiros que se alimentan del corazón humano. Desde ese momento la feliz pareja viviría un terrible sufrimiento, con el tiempo averiguaron que para escapar de dicha maldición tenían que morir fuera de la mansión, solo uno pudo escapar de la maldición, su marido Christopher decidió quitarse la vida colgándose de un árbol, pero una vez la bruja descubrió lo que ocurrió, asesinó a Rosalin dentro de la mansión para así, asegurarse de que no huyera de la maldición.

Una vez Rosalin despertó convertida en Upir, abandonó su casa y decidió mudarse lejos, para criar al hijo que Christopher le engendró, y así asegurase de que su hijo viviría el tiempo que la vida le dé, y no condenarlo a la inmortalidad. Pasados los años su hijo envejeció y murió. Entonces Rosalin al verse sola sin nadie en quien apoyarse, decidió volver a su hogar. Una vez allí, conocería a los criados de la mansión que ahora habitaban la casa, dichos criados murieron dentro de las paredes de la casa, unos por enfermedad y otros murieron asesinados por los criados ya convertidos en Upir…Entre ellos se encontraban los actuales señores de la casa, Claudio y Melisa, ambos chicos asesinaron a sus padres una noche en la que habían ido al teatro. Todos ya sabían de la historia de Rosalin, todos sabían que era la primera en convertirse en Upir…todos la reconocieron como su reina.

─ Son unos críos, es la mentalidad que tienen…no podemos juzgarlos, pero si debemos controlarlos y castigarlos ─ dijo Rosalin con una severa sonrisa.
En ese instante Claudio y Melisa sintieron tremor, sabían que los castigos de su reina, eran muy severos, ella no les hacía daño, jamás le puso una mano encima a sus súbditos, pero si los encerrarían, administrándole ella la comida, los alimentaria en unas mínimas proporciones, la justa para que su piel no se pudra, pero la insuficiente para saciar su hambre.

Emma se encontraba plácidamente durmiendo en su cama, pero unos ruidos interrumpirían su sueño. Cuando se desveló se encontró a su marido caminando de un lado a otro nerviosamente, parecía que tuviese miedo de algo, pero no sabía de qué.
─ No puedo hacer nada, no puedo hacer nada, no puedo hacer nada ─ se repetía Thomas, muchas veces mientras se arrascaba la cabeza.
─ ¿Cariño que te ocurre? ─ le preguntó Emma.

Thomas dirigió su mirada hacia su esposa, Emma lo miraba a él fijamente y con preocupación, un frío silencio se mostró alrededor de ellos, entonces Thomas desapareció de su posición y reapareció de rodillas en su cama, frente a su esposa…Entonces alzó su mano y mostró una expresión llena de terror y sufrimiento.
─ ¡Tienes que irte de aquí! ─ luego se desvaneció frente a los ojos de Emma.

En ese instante varios recuerdos regresaron a la mente de Emma, recuerdos de sus días anteriores, de su paseo por el parque con su marido, de la visita de aquel alguacil dándole la terrible noticia del hallazgo del cuerpo de su marido, flotando en el lago.


Continuara...







martes, 9 de marzo de 2021

La extraña mansión solitaria. parte 7

                                


Emma no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo, era una imagen atroz. Melisa y Claudio vieron como Emma los vislumbraba con una perdida expresión, entonces se posicionaron frente a ella, con una fría expresión. Pero ese mismo instante llegó la señorita Rosalin.

─ Señora, no debería estar aquí ─.

Los dos jóvenes, con una inexplicable velocidad se pusieron frente a Emma, no tardaron ni un segundo en llegar donde estaba la señora de la casa, Claudio alzó su brazo y Emma cayó al suelo, inconsciente.

A la mañana siguiente se había levantado con normalidad, pero con una peculiaridad, estaba radiante, feliz, dedicándole una sonrisa a todos los criados de la casa, con los que se cruzaba. Para Emma, los días anteriores vividos, solo fueron unas horribles pesadillas producidas por el cambio de hogar, esa fue su explicación. Bajó a desayunar y se sentó en la silla, como cada mañana la señorita Rosalin ya le tenía el desayuno servido en la mesa, y como cada mañana los dos jóvenes, Melisa y Claudio, le servían el café. En ese momento apareció su marido Thomas, que solo se tomó una taza de café. 

─ ¿No vas a comer nada mas cariño? ─ le preguntó Emma a su marido.

─ No tengo mucha hambre ─.

─ Muy bien, no te regañaré, pero tampoco quiero que se vuelva una costumbre ─ dijo Emma mientras le apuntaba con el dedo.

Thomas se terminó su taza de café y se fue al trabajo, pareciera algo agitado, pero todo el día iba corriendo al trabajo, aunque fuese su propia empresa, le gustaba ser puntual y no darse el capricho de llegar a la hora que le plazca, como hacen muchos empresarios. 

─ Cada mañana hace lo mismo, va corriendo al trabajo, algún día me va a dar un disgusto ─ dijo Emma con cierto tono burlón.

─ El señor es un hombre muy responsable ─ dijo Rosalin con admiración.

─ Es mi marido ─ dijo Emma con una severa, pero burlona sonrisa.

─ no sé preocupe señora, jamás me fijaría en el señor en ese sentido ─ dijo la señorita Rosalin con su mano en el pecho.

Emma terminó de desayunar y se fue de la cocina, quería pasar el día en su habitación leyendo un libro. Melisa y Claudio se acercarón a la señorita Rosalin, con los platos sucios que había encima de la mesa, una vez los dejaron en el fregadero, ambos jóvenes miraron a la señorita Rosalin, con cierta seriedad.

─ ¿No se acuerda de nada? ─ dijo Melisa.

─ Ni siquiera se acuerda de que su marido está muerto ─ dijo Claudio con cierta carcajada.

─ Cierto Claudio, tu hipnosis dio resultados pero, no podemos relajarnos, tenemos que ir con mas cuidado, tenemos que cuidar muy bien de la señora Emma, no podemos dejar que se pegue otro susto y pierda a su bebé, nuestra oportunidad de volver a ser humanos ─ dijo Rosalin.

Continuara...



sábado, 6 de marzo de 2021

La extraña mansión solitaria. parte 6


 


Había pasado unas dos semanas desde que el cuerpo de Thomas, fue encontrado flotando en el lago Serpentine. Emma pasó esas dos semanas llena de dolor y sufrimiento, esperando que un día, su amado regresara a su casa como cada día, después de trabajar. Pero tenía que aceptar su muerte, tenía que aceptar que jamás volvería abrazarlo, o por lo menos físicamente. Durante esas dos semanas Thomas la visitaba cada noche, eran las únicas horas del día en las que Emma sentía algo de paz y felicidad, eran las únicas horas en las que Emma agradecía el don con el que había nacido. Para Emma su rutina había cambiado totalmente, dormía de por el día y se mantenía despierta por la noche esperando ver a su marido, Thomas no aparecía todas las noches y eso llenaba a Emma de dolor, pero confiaba en que volvería aparecer y así era.

En cambio la señorita Rosalin estaba preocupada por la señora de la casa, Emma era una mortal al fin y al cabo, no podía tener ese nivel de vida, es muy malo para su salud, tanto física como mental, pero lo que mas le preocupaba era que le ocurriese algo al bebé que Emma traía consigo. La señorita Rosalin cada mañana la intentaba despertar, pero era imposible y no es que Emma no escuchase la ama de llaves llamar a su puerta, la escuchaba bastante, incluso había veces en las que Emma le ordenaba que la dejase en paz, pero la señorita Rosalin cumplía con su trabajo, al fin y al cabo, dejarle la bandeja tanto del desayuno, como el almuerzo, Emma solo bajaba para cenar. 

Cada día que pasaba Emma desconfiaba cada vez mas de los criados que tenía en su casa, a la señorita Rosalin la obligaba a probar la comida que ella le servía, para así evitar ser envenenada. Pero la señorita Rosalin obedecía sin chistar, sabía que sus platos no estaban envenenados, ella jamás cometería algo tan atroz, pensaba. Una tarde la señorita Rosalin salió de la casa, lo hacía cada tarde, pero al ser en sus horas libres Emma no prestaba atención, sabía que tenía una casa que atender, pero ese día decidió seguirla ¿Quién sabe? Podría descubrir algo que certifique sus sospechas, pensó Emma. Cuando Rosalin salió de la casa, Emma espero varios segundos para salir y seguirla, para averiguar donde iba, que ocultaba, el camino que Rosalin seguía era extraño, no se dirigió a la salida de la parcela de la mansión, sino un cementerio que había detrás de la casa, un lugar en el que descansaban todos y cada uno de los dueños que la mansión tuvo antes que los Clover, había generaciones enteras enterradas bajo esa tierra. Rosalin paró frente a dos tumbas y comenzó a llorar en ella, era una zona del cementerio en la que había difuntos sin lapidas que les recordase, no tenían nada, ni una simple cruz, solo unas pequeñas montañas en la tierra que indicaban que estaban ahí.

─ Esperadme un poco más, ya queda menos para poder unirme a vosotros…por favor tened paciencia ─ dijo Rosalin con lamento.

Emma mientras se acercaba a ella, la escuchó llorar, en ese momento se dio cuenta que Rosalin también era humana, que también estaba sufriendo por haber perdido a los que amaba, que llevaba años sufriendo, el mismo dolor que esta sufriendo ella, desde la muerte de Thomas.

─ ¿Son tu familia? ─ preguntó Emma con cierto lamento y sin titubeo.

─Si señora, mi hijo y mi primer amor, ambos se los llevó…la misma vida ─ dijo Rosalin mientras lloraba.
─ Lo siento mucho, no sabía que…. ─ Rosalin le cortó la palabra.─ No sé preocupe señora, todos tenemos alguien a quien llorar…ni usted ni yo, somos las únicas ─.

Él día había terminado con normalidad, esa noche Emma estaba en su habitación acurrucada en las rodillas de su marido, era algo bastante extraño ya que normalmente los fantasmas, no puedes tocarlos, o eso dicen. Pero también es cierto que un fantasma es alguien ya fallecido, que camina entre nosotros.
─ Te extraño tanto ─ dijo Emma a su difunto marido.
─ Lo sé querida…Yo también te extraño ─.
─ ¿Cuándo me vas a decir quién te mató? ─ dijo Emma con extrañeza.
─ No lo recuerdo amor, no recuerdo nada de ese día ─.

En ese mismo instante se escuchó un fuerte golpe que venía de abajo, Emma se alarmó extrañada, luego pensó que sería alguno de los criados, ya que casi todas las noches las pasaban allí, menos en sus días libres, entonces no sería nada extraño que fuese alguno de ellos. Pero luego escuchó un fuerte grito provenir del mismo sitio donde escuchó aquel golpe. Eso la preocupó, pensó que alguno de los criados se hubiera accidentando y necesitase ayuda. Se dirigió hacía la puerta para ir a socorrerle, pero justo antes de salir su difunto marido le dijo alzando su mano.
─ No vayas ─.
─ No te preocupes volveré pronto ─ en ese momento Emma salió de la habitación y se dirigió deprisa, hacia abajo.

Cuando llegó al piso de abajo no se encontró con nada, no había nada tirado ni nadie accidentado, pero todavía podía escuchar aquellos gritos. Entonces se percató de que los gritos, provenían del sótano de la casa. Alarmada Emma se dirigió rápidamente hacia el sótano, comenzó a bajar las oscuras escaleras, ni siquiera quiso coger una lamparita o una linterna de aceite, solo quería llegar lo antes posible para ayudar al criado que estuviera en problemas. Pero cuando llegó la sorpresa que se encontró…jamás la olvidaría. De repente se vio encima de un charco de sangre, pero sus descalzos pies no lo sentían porqué Emma estaba con la mente en blanco, en estado de shock, viendo como Melisa y Claudio, devoraban el cuerpo de un desconocido hombre.


Continuara....



jueves, 4 de marzo de 2021

La extraña mansión solitaria. parte 5

 




La mañana llegó y Emma como cada día bajó a la cocina, entonces vio que la señorita Rosalin había preparado el desayuno y lo estaba sirviendo.

─ Muy buenos días Señora, su desayuno esta apunto ─.

Emma arrastró un poco la silla y se sentó en ella, comenzó a inspeccionar lo que la señorita Rosalin le había preparado, tenia un par de tostadas, un plato con tortitas y un vaso de zumo de piña. Los dos jóvenes de la casa, le sirvieron el café en su taza, a Emma le gustaba el café negro y con una textura algo espesa, a ella no le gustaba el agua negra, sino sentir el café en su boca al beberlo. 

─ Anoche…tuve un extraño sueño sobre usted ─ dijo Emma con extrañeza.

─ ¿Sobre mí? ─ Preguntó la señorita Rosalin con incertidumbre.

Emma comenzó a explicarle el sueño que tuvo y lo extraño que todo le pareció.

─ Usted perdió a su marido ¿por eso no está casada?  ─ Preguntó Emma.

─ No señora, nunca me casé como ya le expliqué y nuca lo haré, no creo en la iglesia ni en la religión ─.

─ Es extraño ver a una persona atea, en esta época ─ dijo Emma.

─ No soy atea, tengo mis creencias, pero no creo en Dios, solo eso ─.

Emma Terminó de desayunar y se fue de la cocina dirigiéndose a su habitación, la señorita Rosalin empezó a recoger la mesa y lavar la vajilla.

─ Sospecha algo ─ le dijo Melisa.

─ Va descubrir quienes somos ─ Dijo Claudio.

─ No os preocupéis, que lo solucionaré, pero ya os dije que lo que hicisteis ayer, fue muy arriesgado ─ dijo la señorita Rosalin con un frío tono.

Emma pasó la tarde leyendo un libro en su habitación, entonces escuchó por su ventana el cómo su marido llegaba a su casa acompañado de un aguacil. Eso le pareció extraño, ¿por qué un aguacil vendría con su marido? Emma bajó rápidamente las escaleras para atender a su marido y al, aguacil, pero cuando abrió la puerta su marido, no estaba. Aquello le pareció muy extraño, comenzó a sentir tristeza de la nada, era como si supiera lo que el aguacil le iba a decir.

─ ¿Es usted la señora Clover? ─ preguntó el aguacil.

─ Si ─ respondió Emma.

─ Señora…no sé como decirle esto, pero, encontramos a su marido muerto, flotando en el lago Serpentine, esta mañana ─.

─ Es imposible, mi marido pasó la noche conmigo ─.

─ Es imposible señora, su marido lleva casi un día muerto, parece ser que fue asesinado por algún tipo de bestia ─.

Emma cayó de rodillas al suelo, no podía soportar la tristeza que estaba sintiendo en ese momento, no dudaba de las palabras del alguacil, de alguna manera sabían que eran ciertas…

─ Lo siento mucho señora…de verdad que lo siento ─.

Emma ni siquiera miró al alguacil marchar, en ese momento era como si estuviese en la nada, no escuchaba, no sentía, no vivía…se había quedado sola, ya no sabría como vivir sin su marido, comenzó abrazar su barriga y acariciarla, entonces dirigió su vista hacia ella y dijo.

─ ¿Ahora que haremos los dos solos? Solo nos tenemos el uno al otro para arroparnos ─.


Continuara...



La extraña mansión solitaria. Última parte

                                Emma quedó sorprendida de esa nocturna visita, pero no asustada. Se levantó de la cama y se dirigió hacia el...