Capítulo
3: El Grinch
Una vez, en los rincones mas lejanos del Polo Norte, nació un ser
horripilante. Aquel ser creció y vivió solo; sin familia, sin amigos, sin nadie
que le enseñara a diferenciar el bien del mal. Nadie sabía de su existencia, vivía
oculto de los Elfos que moran el Polo Norte, vivía oculto del resto de animales.
Un día, santa Claus notó que los elfos del Polo Norte, estaban desapareciendo,
lo peor de todo es que nadie sabía que pasaba con ellos, si estaban muertos o vivos,
ya que nunca aparecieron. Santa Claus tuvo que investigar por su cuenta, los
habitantes de su aldea desaparecían, el asunto tenia a toda la pequeña población
preocupada, Santa Claus buscó y buscó por los rincones mas inhóspitos del Polo
Norte, hasta que dio con la criatura, entonces fue cuando descubrió que aquella
criatura, había devorado a los habitantes desaparecidos de la aldea.
Ander se encontraba frente a la enorme
figura de santa Claus en una pequeña habitación oscura, solo alumbrada por las
luces de la enorme figura, entonces dijo.
─¿Por qué me cuentas esto? ─ preguntó extrañado, refiriéndose a la historia de
la criatura.
La enorme figura le respondió: ─ Para que conozcas a tu rival ─.
Ander: ─ ¿Mi rival? Preguntó extrañado y con cierto temor.
La enorme figura le dijo: ─ Exacto, seguro le conoces, se llama…Grinch ─ dijo
con una macabra sonrisa.
Ander: ─ ¿El Grinch? ─ preguntó con cierto tono burlón.
La enorme figura le dijo: ─ ¿Aun no crees en mi existencia ni en las historias
que te contaban en Navidad? ─ entonces, con una sombría sonrisa le dijo: ─Todo
es cierto, menos los Reyes Magos, esos no existen ─.
Ander le dijo: ─ Yo, ya soy mayorcito para creer en esas historias ─.
La figura de santa Claus le dijo: ─ bien, ahora creerás ─ entonces, su brazo
animatrónico señaló una lanza con una punta de madera y le dijo.
─Esa lanza será tu arma, te enfrentaras al Grinch, te aviso, es ágil como una
sombra y fuerte como una montaña ─.
Ander se acercó a la lanza, sonrió y dijo: ─Veremos a ver quien gana ─.
En ese instante unas luces navideñas alumbraron el lugar, entonces una puerta
se abrió, liberando a una extraña criatura con forma humanoide, aquel monstruo
podía medir los dos metros de altura, pero su complexión no acompañaba a su
grandeza, era bastante delgado, con unos largos brazos y unas enormes garras en
sus manos, sus piernas eran altas y delgadas, con las rodillas un poco
flexionada, todo su cuerpo estaba cubierto por un pelaje de color verde. Aquel
ser andaba de forma encorvada, como si no pudiese poner su cuerpo derecho.
El monstruo miró a Ander con sus enormes ojos amarillos, entonces sonrió mostrando
unos puntiagudos y ensangrentados dientes, como si acabara de comer.
La figura de Santa Claus dijo: ─ Jojojo te presento al Grinch, mi querida mascota─
entonces mostró una sombría sonrisa y dijo: ─ Solo le dejé morder a un cordero,
para así darle ansias…seguro que estará hambriento ─.
Ander quedó atemorizado al ver aquel terrible monstruo, no era el mismo Grinch
de las historias que él había oído ¿Cómo iba a vencer a esa cosa? Se preguntaba
con temor.
El terrible monstruo de un gran salto, se postró encima del joven, ambos
comenzaron a forcejear, cuando Ander le fue a clavar la punta de lanza en el
pecho del monstruo, el ser la rompió de un fuerte mordisco.
La figura de Santa Claus dijo: ─ ¿Te cuesta enfrentarte a él verdad? Es muy
fuerte, tu no eres nada a su lado, solo una pequeña y frágil mariposa ─. Ahora
mostrando mas furia dijo: ─ Así se sintió aquel joven alumno tuyo, antes de que
le mancillaras su cuerpo, débil e indefenso, intentando defenderse, pero no pudiendo
contigo, ese día, tu eras el Grinch, y el chico eres tú ahora mismo, tu alumno lucha
cada día por olvidar lo ocurrido, pero no puede borrar aquel terrible momento,
aun así…vive feliz, en cambio tu destino…será otro ─.
Ander dijo: ─No le hice nada, el lo buscó, a él le gustaba como yo lo miraba,
como le acariciaba…solo hice lo que él estaba deseando que hiciese ─.
La enorme figura dijo: ─ Todos sois iguales, os queréis creer que lo que hacéis
no es nada malo, que solo dais amor…un asqueroso amor, pues bien, recibe el
amor del Grinch, tiene mucho amor que quiere dar ─ entonces soltó su típica carcajada.
Ander y el abominable monstruo seguían forcejeando, pero el Grinch era
demasiado fuerte para el joven, aun así Ander consiguió clavarle la lanza al
monstruo, pero no en el pecho, sino en la barriga, aunque la lanza ya estaba
rota pero si le pudo clavar las astillas que sobresalían de la madera, fue
suficiente para que el Grinch se apartara del joven.
Ander pudo respirar en ese momento, podía sentirse aliviado, también se sentía
muy confiado, el monstruo siente dolor, sangra, esta vivo y todo lo que vive…puede
morir, eso pensaba Ander. Ese pensamiento le habría durado poco, si el
Grinch le hubiese dado algo mas de tiempo, pero no fue así…ya que saltó rápidamente
hacía el cuerpo del joven, arrancándole así… la cabeza de un mordisco.
El cuerpo decapitado de Ander cayó al suelo, luego el Grinch se puso encima del
Joven…devorándolo.
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