Capítulo 2: Un enorme tazón de Chocolate caliente
había pasado un buen rato desde, la ultima palabra de la enorme figura de Santa Claus. Los chicos se reagruparon, les costaba confiar uno del otro, pero es normal, ninguno se conocía y el ambiente no era el mas adecuado tampoco, pero enseguida entendieron que la única manera de salir vivos de aquel lugar, era cooperando. Pero nuestro queridísimo Santa Claus, no iba a ponerles las cosas fáciles.
Esteban propuso presentarse entre ellos, que cada uno contara una parte de su historia, de su vida, para así conocerse mejor, pensaba que eso ayudaría en confiar entre ellos.
Los chicos aceptaron la idea de Esteban y se presentaron entre ellos.
Alberto es Abogado, no daba esa imagen a simple vista, era una persona muy prepotente, con una mente bastante juvenil.
Ander es profesor de matemáticas en un instituto, había tenido algunas denuncias por acoso hacía los jóvenes, acusaciones que jamás se demostraron.
Vanesa era cantante, se había hecho un pequeño hueco en el mundillo gracias a los videos que subía en las redes sociales, mostrando su melódica voz.
Jenifer era una chica criada de buena familia, nunca había trabajado y siempre la habían sobreprotegido.
Esteban era fotógrafo, le maravillaba inmortalizar todo cuanto le llamaba la atención, por ello se hizo fotógrafo.
El grupo se habían presentado entre ellos, ahora solo falta buscar una manera de salir de aquel lugar. En ese entonces, las luces de la enorme figura de santa Claus vuelven a encenderse.
─ Jojojo ya sois amigos ─
El grupo dirigió sus miradas hacia la figura, sentían miedo de ella, o mejor dicho, de la persona que estuviese detrás de todo esto, no sabían que clase de “juegos” macabros, rondarían por su mente.
Bueno, justamente a partir de este momento comienza una visita por el taller de santa Claus ¿Nunca tuviste curiosidad de donde vive y trabaja con sus pequeños y adorables Elfos? Pues lo conocerás.
La enorme figura de santa Claus dirigió su mirada a los chicos y les dijo.
─Jojojo ahora os repartiré en distintas habitaciones, donde darán comienzo mis divertidos castigos ─.
De repente el suelo desapareció, cayendo el grupo en distintos agujeros, cada uno de los agujeros repartiría a los invitados a distintas secciones del taller de santa Claus, dichos lugares son habitaciones que usa Santa Claus para castigar aquellos que se portaron mal.
Comenzaremos por Alberto, el Abogado se dará un baño de chocolate caliente. Alberto cayó dentro de una gigantesca taza, llena de chocolate caliente, muy caliente, El joven sentía la alta temperatura en su cuerpo, cada segundo que pasaba, era un infierno, imagínate estar dentro de una taza de chocolate recién fundido. La voz de santa Claus comenzó a escucharse por toda la habitación.
─ ¿Te gusta el chocolate? Disfruta de este agradable y ardiente baño─.
Alberto, mientras se abrasaba vivo, con un intento de gritar dijo: ─ Maldito hijo de puta ─
Santa Claus dijo: ─ Si, esa misma palabra usó tu querida Rebeca ¿la recuerdas? ─.
Alberto quedó sorprendido de que conociese a Rebeca, su ex novia, una joven que desapareció en extrañas circunstancias. Pero no tenía tiempo de preguntas ni averiguaciones, Alberto quería salir de aquel ardiente chocolate.
Santa Claus dijo: ─ Rebeca, tu preciosa Novia, tú la mataste…sus últimos momentos de vida, la hiciste sufrir ─.
Alberto ya tenia la garganta totalmente abrasada, no podía hablar ni gritar, solo escuchar y recordar su pecado.
Santa Claus: ─ Le rociaste hierro fundido por su cuerpo, lo sé todo, nadie me sorprende, pero tú, Alberto, lograste sorprenderme, que algo tan atroz lo cometa un humano…no, no tiene perdón y tu como abogado supiste salirte con la tuya…pero no puedo dejar que vivas sin un castigo, no puedo permitir que un monstruo como tu siga sonriendo sin pensar…en lo que hizo ─.
Alberto seguía nadando en aquel espeso chocolate, pero las fuerzas le estaban fallando, su vida se estaba apagando.
Santa Claus dijo: ─Tienes una oportunidad de vivir, vaciaré este tazón de chocolate, si consigues salir de la habitación, podrás darte un baño frio…eso si lo consigues ─
Entonces el tazón de chocolate comenzó a vaciarse, formando un remolino que se tragó a Alberto, el joven sentía un gran alivio, pensaba que lo peor había pasado, hasta que el desagüe de la taza, también se lo tragó…triturándolo. Ese fue el final de Alberto, ese fue el castigo que Santa Claus le tenía preparado.
Continuara...
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